Alberto Fujimori
Alberto Fujimori Fujimori
Elecciones presidenciales de 1990.-
Uno de los candidatos a la presidencia fue un ingeniero agrónomo nacido en Lima un 28 de julio de 1938 que había estudiado en la Universidad Agraria La Molina, donde era profesor y en donde finalmente llegó a ejercer el cargo de Rector de dicha universidad entre 1984 y 1989.
Se presentó como candidato a la Presidencia de la República siendo elegido presidente del Perú en el año 1990, asumiendo el cargo el 28 de Julio del mismo año.
Predecesor en el cargo de Presidente del Perú: Alan García Perez, quien ejerció la presidencia entre el 28 de julio de 1985 y el 28 de julio de 1990
Situación económica del Estado a la toma de posesión del mando.-
Antecedentes.
El gobierno de Alan García de ese entonces fue de carácter populista, es decir de un populismo cuyo objetivo político era conseguir el apoyo de los grupos medios y de la clase de bajos ingresos con el apoyo complementario de los empresarios nacionales pero contra las empresas nacionales de élite y contra la inversión extranjera. Características del populismo es propiciar el gasto para estimular la demanda, generar empleos y crecer mediante un deficil fiscal que se financia con la emisión monetaria, controlar los precios y el tipo de cambio. El resultado es un primer período de expansión y bonanza artificiales pero después vienen los problemas de inflación, recesión y balanza de pagos que terminan en una catástrofe económica. La hiperinflación que se generó en el cuarto año de su presidencia se produjo porque no hubo crecimiento del PBI, cayeron no sólo las exportaciones sino las reservas internacionales y el tipo de cambio real. La inflación anual comienzó a acelerarse, los salarios colapsaron, los dólares escasearon , hubo fuga de capitales, siendo que la economía se desmonetizó y el déficil fiscal llegó a cifras inmanejables. El populismo siempre acaba en la hiperinflación que favorece la corrupción y afecta la credibilidad de la clase política.
Cuando entró el gobierno aprista se fijó la meta de redistribuir el ingreso a la par que fomentar el crecimiento puesto que el descontento de las masas y las promesas electorales lo pusieron frente a su compromiso electoral de una redistribución de la riqueza con crecimiento. Programas sociales como Programa de Apoyo al Ingreso Temporal (PAIT), programa municipal del Vaso de Leche, y Programa de interés cero para la Sierra rural, Programa de Seguridad (PRESA) y otros se pusieron en marcha creando una distorsión por la manipulación de los precios básicos cuyo resultado fue un bloqueo en el nivel macroeconómico puesto que no se tuvo en cuenta que la mejoría social no puede ni debe ir contra las corrientes de equilibrios macroeconómicos.
Gobierno de Alberto Fujimori 1990/2000.-
Aspectos económicos.-
Lo que heredó Alberto Fujimori fue la crisis económica más grande de la historia republicana del Perú, es decir, una población empobrecida a niveles sin precedentes y la infraestructura nacional presentando gran deterioro, con un déficil de 26% en materia energética ya que no se habían realizado inversiones en agua potable, saneamiento, energía eléctrica y construcción de caminos y carreteras. La propiedad privada había sufrido con la estatización de la Belco Petroleum, los bancos, financieras, compañías de seguros y también con la nacionalización de Leche Gloria. El Perú se había aislado del mundo al seguir la política del no pago de la deuda externa que había subido de 13 a 20 mil millones de dólares. La inversión extranjera había desaparecido del país y el terrorismo avanzaba de manera alarmante. El programa de choque que Fujimori se vio forzado a llevar a cabo, por la gravedad de la situación económica heredada, supuso una corrección de la inflación del 397% en agosto de 1990, es decir, al mes siguiente de la toma de posesión. Luego, de forma ordenada, tuvo que poner en marcha reformas estructurales para hacer competitiva dicha acción y orientarla hacia el exterior. El marco general era el de liberalizar los mercados ya que serían ellos y no el Estado los que señalarían donde asignar los recursos. Con estas reformas se recuperó un equilibrio macroeconómico que puso fin a la emisión inorgánica del Banco Central de Reserva. Esto llevó a reducir la demanda interna con un costo que pagar que se reflejó en la disminución del PBI (Producto Bruto Interno), que sólo creció 6.5% en 1995 y 2.8% en 1996.
La política liberal económica del nuevo gobierno respetó la propiedad privada, el mercado libre, la libre competencia, el libre comercio y la libertad de elección y la implementación del inicio de estas reformas representó para el país un cambio espectacular en su comercio exterior, cuyos resultados se vean a la fecha. Las reformas económicas liberales de la década de 1990 acentuaron el carácter primario exportador de nuestra economía y también abrieron las puertas para el desarrollo de las exportaciones no tradicionales y manufacturadas. No se avanzó en las reformas institucionales, se trató de reducir el Estado pero éste siguió creciendo a costa del sector privado; el nivel y la calidad del gasto público no se ajustó; la transparencia en el gasto y la responsabilidad fiscal no se consolidaron. Tampoco se llevó a cabo la tecnificación y eficiencia de la burocracia; se debilitaron las instituciones y no se avanzó con las reformas del Poder Judicial, Tribunal de Garantías Constitucionales y el Jurado Nacional de Elecciones para lograr una mayor confiabilidad y capacidad de rendición de cuentas. Resumiendo el modelo económico aplicado en la década de los 90’s dio frutos en crecimiento, estabilidad de precios, disciplina monetaria, reservas internacionales ahorro e inversión y mostró avances en la lucha contra la pobreza. Para el final de la década se extendió el cáncer de la corrupción que no se define sino como “el uso del poder público para el enriquecimiento privado ilícito”. Esto como resultado del intervencionismo estatal, el exceso de discrecionalidad, falta de transparencia, abuso del poder por falta de mecanismos de rendición de cuentas, Poderes del Estado (Judicial, Ejecutivo y Legislativo) que funcionaron sin independencia.
Análisis político.-
En 1995 era visible el carácter pragmático del gobierno. En los gobiernos pragmáticos los principios no son reconocidos sino que varían de acuerdo a las necesidades del momento. Es a través de los principios que se establecen objetivos de largo plazo, evaluándose las alternativas en el tiempo. Del otro lado el pragmatismo sostiene que no hay una realidad objetiva ni una verdad permanente y que la realidad objetiva cambia de acuerdo a las circunstancias. Así si las encuestas de popularidad están en contra de una acción, ésta se paraliza hasta que los sondeos de opinión cambien. El gobierno de Fujimori por ser un gobierno pragmático aplicó medidas populistas y discrecionales, evitó el avance de las reformas estructurales, con miras a beneficios electorales. Se llega por esta vía a gobernar por consenso pero para mantenerse en el poder hay que dispensar favores, porque es un culto al compromiso. Esta forma de gobernar no garantiza el respeto de los derechos, de los principios ni de los valores. Donde todo es negociable, la coima, el toma y daca, la manipulación y los lobbies son el pan de cada día, por encima de la razón y de la moral.
El Presidente de un gobierno de consenso no tiene ni programa ni política específica. Lo que necesita es un cheque en blanco para mantenerse en el poder y dispensar favores. Hay que tener en cuenta ya había construido Fujimori una imagen de renombre, con un mensaje que congregaba apoyándolo a los de la izquierda, el centro y la derecha……..
Fujimori cierra el Congreso el 5 de Abril del 92’ y en noviembre de ese mismo año convoca a nuevas elecciones que gana con 55% de aprobación. Esto en la práctica significa la entrega de plenos poderes, que luego empleará a su libre albedrio. La ciudadanía le dio el control del poder que él oficialmente obtuvo para otorgar privilegios a costa de los demás y ese poder omnipotente fue el que, precisamente, abrió el camino de su autodestrucción y el de sus más cercanos colaboradores.
.
Análisis Social.-
Lo primero que debe señalarse es el retorno al libre mercado asociado con una política neoliberal, en donde había que redefinir el papel del Estado en la economía, teniendo en cuenta que toda estrategia de desarrollo debe tener como objetivo el bienestar de la población, por cuanto no es posible que la política social esté aislada de la política económica. No se trata pues de un enfrentamiento entre ambos intereses o tratarlos de manera separada, entendiéndose por ello que el manejo económico debe estar orientado a reducir o minimizar los conflictos sociales pero que también la política social como tal no debe entenderse como el grupo de medidas que “corrige el costo social” de la política económica. De tratarse ambas de forma separada ninguna obtendrá resultados que perduren en el tiempo, aunque tampoco había que perder de vista que el marco global presentaba una situación compleja por el deterioro que presentaban las instituciones que también era necesario que el nuevo gobierno tuviera que analizar.
Los programas sociales del Estado eran de dos tipos. (1) asistenciales y temporales con miras a reducir el impacto de los ajustes económicos en los sectores menos favorecidos y (2) de atención a los sectores más pobres para la atención de sus necesidades. Así pues eran programas de alivio de la pobreza orientados a invertir en recursos humanos con resultados a mediano y a largo plazo.
Dada la gravedad de la situación económica, el gobierno de Fujimori no tuvo más remedio que dar prioridad a los asuntos económicos; el programa de recuperación económica no iba articulado con un programa de compensación social. Esto, sin embargo, se consideró posteriormente con el Programa de Emergencia Social para aliviar los efectos del choque, aunque no tuvo los resultados previstos por los pocos recursos económicos que se le destinó en un principio.
Ya para 1991 se crea el Fondo Nacional de Compensación Social y Desarrollo Social (Foncodes) como banco de inversión social teniendo en cuenta que los ministerios por los pobres recursos con que contaban no estaban en capacidad de poner en ejecución programas de ayuda social.
Se reactivó el Ministerio de la Presidencia con mirar a acelerar la puesta en marcha de programas sociales. El Ministerio de Vivienda desapareció quedando un viceministerio de Vivienda dependiente del Ministerio de Transportes. El Fondo Nacional de Vivienda (Fonavi) y la Empresa Nacional de Edificaciones (Enace) pasaron a estar bajo el Ministerio de la Presidencia.
El gobierno prestó especial interés en construir escuelas trasladando también al Ministerio de la Presidencia la responsabilidad de dicha tarea que antes estuvo encomendada al Ministerio de Educación. Inclusive el gasto para obras públicas se centralizó también en el Ministerio de la Presidencia bajo la denominación Instituto Nacional de Desarrollo, al igual que el Programa Nacional de Asistencia Alimentaria (Pronaa) encargado de administrar los programas de distribución de alimentos. Cabe resaltar que ninguno de estos programas en teoría tenía carácter de permanente. Todo esto suponía un estrecho vínculo entre el Estado la sociedad civil, que se rompió con motivo del autogolpe que dio Fujimori en abril de 1992.
En 1993 representantes del Estado Peruano, viajan a Francia a la reunión del Club de París para mostrar a la comunidad internacional lo que se tenía sobre desarrollo social pero poniendo de manifiesto que el Ing. Fujimori se comprometía a incrementar el gasto social a través de La Estrategia Nacional de Alivio a la Pobreza. Esto incluía la aceptación por parte del Estado de su responsabilidad con relación a la nutrición básica, la salud y la educación de los más pobres del país.
En Noviembre de 1993 se presenta un documento llamado Lineamientos Básicos de la Política Social que tenía como base lo sustentado en el Club de Paris. De allí se delinearon dos planes de acción: (1) el Programa de focalización del gasto social básico (1993) y (2) el Programa de mejora del gasto social (1994). Se señalaba la metodología a emplearse en razón de que la ayuda a los más pobres no se trataba de un gasto sino de una inversión en recursos humanos, que por su propia naturaleza son de alta rentabilidad, por lo que el Estado se comprometía a proveer servicios básicos en salud, nutrición, educación, justicia y seguridad, focalizados y no de carácter universal, y en los que la cooperación de la población a recibir los beneficios sería tomada en cuenta.
Para la reelección del Presidente Fujimori en 1996 para un segundo período presidencial el gasto social que había sido de US$12 per capita en 1990 se elevó a US$124per capita al final de su mandato en 1995.
Con la reelección para un nuevo ejercicio presidencial ya para 1996 el gasto social se elevó a US$176 per capita lo que representó un 36% del presupuesto nacional. No se trató entonces solamente de aliviar la pobreza sino de rediseñar el mapa de necesidades a fin de poder focalizarlas. Había que gastar pero gastar mejor con el resultado que la pobreza disminuyó de 55% a 45% entre 1991 y 1995 y la pobreza extrema de 22% a 19% en dicho período. La mortalidad infantil se redujo de 62,000 a 48,000 en 1996 y también el porcentaje de hogares sin energía eléctrica disminuyó de 38% a 33% en el mismo período.
En el nuevo gobierno de Fujimori el Ministerio de la Presidencia presenta un nuevo documento en 1996 que definía la estrategia a seguir por el Gobierno con la intención de reducir la pobreza extrema en un 50%. Esto se haría a través de un Programa de mejora en el gasto social, que estuviera proyectado a satisfacer las necesidades básicas de los más pobres en la mejora de los servicios sociales. La meta era reducir los pobres extremos de 2.2 millones en el año 2000, y para tal fin se hizo un mapa de la pobreza distrital, también elaborado por el Ministerio de la Presidencia. Con ello se identifican los distritos más pobres y también su dimensión geográfica. De este mapa se determinó que 419 distritos que representaban el 23% de la totalidad de los distritos del país, merecían preferente atención social. Se procedió también a hacer mapeos interdistritales para identificar las zonas de mayor pobreza y se terminó con el mapeo de inversión social en el nivel distrital.
Los productos a entregarse serían centros educativos, materiales educativo, centros de salud, agua potable y desagüe e infraestructura económica como vías de acceso, irrigaciones y electrificación, inversión total que llegaba a los US$2,700 millones.
Análisis internacional.-
Alberto Fujimori en su primer gobierno (1990-1995) se dedicó a reinsertarnos en la comunidad financiera internacional. En cuanto a la relación con otros países en la via diplomática a falta de fondos para el sector defensa, se hicieron compras de armamentos con endeudamiento externo por 103 millones de dólares. En el segundo gobierno 1995-2000 Fujimori compra armas por 31 millones de dólares con deuda externa y un pago en efectivo de 1,000 millones de dólares entre 1996 y 1998. Esto después del conflicto con el Ecuador durante 1995-1996. El costo de la corrupción en la compra de armas fue mayor en el segundo período de Fujimori, alrededor del 30 al 40% del valor de compra de armamento contra el 5 al 10% de comisiones de otros gobiernos.
Elecciones presidenciales de 1990.-
Uno de los candidatos a la presidencia fue un ingeniero agrónomo nacido en Lima un 28 de julio de 1938 que había estudiado en la Universidad Agraria La Molina, donde era profesor y en donde finalmente llegó a ejercer el cargo de Rector de dicha universidad entre 1984 y 1989.
Se presentó como candidato a la Presidencia de la República siendo elegido presidente del Perú en el año 1990, asumiendo el cargo el 28 de Julio del mismo año.
Predecesor en el cargo de Presidente del Perú: Alan García Perez, quien ejerció la presidencia entre el 28 de julio de 1985 y el 28 de julio de 1990
Situación económica del Estado a la toma de posesión del mando.-
Antecedentes.
El gobierno de Alan García de ese entonces fue de carácter populista, es decir de un populismo cuyo objetivo político era conseguir el apoyo de los grupos medios y de la clase de bajos ingresos con el apoyo complementario de los empresarios nacionales pero contra las empresas nacionales de élite y contra la inversión extranjera. Características del populismo es propiciar el gasto para estimular la demanda, generar empleos y crecer mediante un deficil fiscal que se financia con la emisión monetaria, controlar los precios y el tipo de cambio. El resultado es un primer período de expansión y bonanza artificiales pero después vienen los problemas de inflación, recesión y balanza de pagos que terminan en una catástrofe económica. La hiperinflación que se generó en el cuarto año de su presidencia se produjo porque no hubo crecimiento del PBI, cayeron no sólo las exportaciones sino las reservas internacionales y el tipo de cambio real. La inflación anual comienzó a acelerarse, los salarios colapsaron, los dólares escasearon , hubo fuga de capitales, siendo que la economía se desmonetizó y el déficil fiscal llegó a cifras inmanejables. El populismo siempre acaba en la hiperinflación que favorece la corrupción y afecta la credibilidad de la clase política.
Cuando entró el gobierno aprista se fijó la meta de redistribuir el ingreso a la par que fomentar el crecimiento puesto que el descontento de las masas y las promesas electorales lo pusieron frente a su compromiso electoral de una redistribución de la riqueza con crecimiento. Programas sociales como Programa de Apoyo al Ingreso Temporal (PAIT), programa municipal del Vaso de Leche, y Programa de interés cero para la Sierra rural, Programa de Seguridad (PRESA) y otros se pusieron en marcha creando una distorsión por la manipulación de los precios básicos cuyo resultado fue un bloqueo en el nivel macroeconómico puesto que no se tuvo en cuenta que la mejoría social no puede ni debe ir contra las corrientes de equilibrios macroeconómicos.
Gobierno de Alberto Fujimori 1990/2000.-
Aspectos económicos.-
Lo que heredó Alberto Fujimori fue la crisis económica más grande de la historia republicana del Perú, es decir, una población empobrecida a niveles sin precedentes y la infraestructura nacional presentando gran deterioro, con un déficil de 26% en materia energética ya que no se habían realizado inversiones en agua potable, saneamiento, energía eléctrica y construcción de caminos y carreteras. La propiedad privada había sufrido con la estatización de la Belco Petroleum, los bancos, financieras, compañías de seguros y también con la nacionalización de Leche Gloria. El Perú se había aislado del mundo al seguir la política del no pago de la deuda externa que había subido de 13 a 20 mil millones de dólares. La inversión extranjera había desaparecido del país y el terrorismo avanzaba de manera alarmante. El programa de choque que Fujimori se vio forzado a llevar a cabo, por la gravedad de la situación económica heredada, supuso una corrección de la inflación del 397% en agosto de 1990, es decir, al mes siguiente de la toma de posesión. Luego, de forma ordenada, tuvo que poner en marcha reformas estructurales para hacer competitiva dicha acción y orientarla hacia el exterior. El marco general era el de liberalizar los mercados ya que serían ellos y no el Estado los que señalarían donde asignar los recursos. Con estas reformas se recuperó un equilibrio macroeconómico que puso fin a la emisión inorgánica del Banco Central de Reserva. Esto llevó a reducir la demanda interna con un costo que pagar que se reflejó en la disminución del PBI (Producto Bruto Interno), que sólo creció 6.5% en 1995 y 2.8% en 1996.
La política liberal económica del nuevo gobierno respetó la propiedad privada, el mercado libre, la libre competencia, el libre comercio y la libertad de elección y la implementación del inicio de estas reformas representó para el país un cambio espectacular en su comercio exterior, cuyos resultados se vean a la fecha. Las reformas económicas liberales de la década de 1990 acentuaron el carácter primario exportador de nuestra economía y también abrieron las puertas para el desarrollo de las exportaciones no tradicionales y manufacturadas. No se avanzó en las reformas institucionales, se trató de reducir el Estado pero éste siguió creciendo a costa del sector privado; el nivel y la calidad del gasto público no se ajustó; la transparencia en el gasto y la responsabilidad fiscal no se consolidaron. Tampoco se llevó a cabo la tecnificación y eficiencia de la burocracia; se debilitaron las instituciones y no se avanzó con las reformas del Poder Judicial, Tribunal de Garantías Constitucionales y el Jurado Nacional de Elecciones para lograr una mayor confiabilidad y capacidad de rendición de cuentas. Resumiendo el modelo económico aplicado en la década de los 90’s dio frutos en crecimiento, estabilidad de precios, disciplina monetaria, reservas internacionales ahorro e inversión y mostró avances en la lucha contra la pobreza. Para el final de la década se extendió el cáncer de la corrupción que no se define sino como “el uso del poder público para el enriquecimiento privado ilícito”. Esto como resultado del intervencionismo estatal, el exceso de discrecionalidad, falta de transparencia, abuso del poder por falta de mecanismos de rendición de cuentas, Poderes del Estado (Judicial, Ejecutivo y Legislativo) que funcionaron sin independencia.
Análisis político.-
En 1995 era visible el carácter pragmático del gobierno. En los gobiernos pragmáticos los principios no son reconocidos sino que varían de acuerdo a las necesidades del momento. Es a través de los principios que se establecen objetivos de largo plazo, evaluándose las alternativas en el tiempo. Del otro lado el pragmatismo sostiene que no hay una realidad objetiva ni una verdad permanente y que la realidad objetiva cambia de acuerdo a las circunstancias. Así si las encuestas de popularidad están en contra de una acción, ésta se paraliza hasta que los sondeos de opinión cambien. El gobierno de Fujimori por ser un gobierno pragmático aplicó medidas populistas y discrecionales, evitó el avance de las reformas estructurales, con miras a beneficios electorales. Se llega por esta vía a gobernar por consenso pero para mantenerse en el poder hay que dispensar favores, porque es un culto al compromiso. Esta forma de gobernar no garantiza el respeto de los derechos, de los principios ni de los valores. Donde todo es negociable, la coima, el toma y daca, la manipulación y los lobbies son el pan de cada día, por encima de la razón y de la moral.
El Presidente de un gobierno de consenso no tiene ni programa ni política específica. Lo que necesita es un cheque en blanco para mantenerse en el poder y dispensar favores. Hay que tener en cuenta ya había construido Fujimori una imagen de renombre, con un mensaje que congregaba apoyándolo a los de la izquierda, el centro y la derecha……..
Fujimori cierra el Congreso el 5 de Abril del 92’ y en noviembre de ese mismo año convoca a nuevas elecciones que gana con 55% de aprobación. Esto en la práctica significa la entrega de plenos poderes, que luego empleará a su libre albedrio. La ciudadanía le dio el control del poder que él oficialmente obtuvo para otorgar privilegios a costa de los demás y ese poder omnipotente fue el que, precisamente, abrió el camino de su autodestrucción y el de sus más cercanos colaboradores.
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Análisis Social.-
Lo primero que debe señalarse es el retorno al libre mercado asociado con una política neoliberal, en donde había que redefinir el papel del Estado en la economía, teniendo en cuenta que toda estrategia de desarrollo debe tener como objetivo el bienestar de la población, por cuanto no es posible que la política social esté aislada de la política económica. No se trata pues de un enfrentamiento entre ambos intereses o tratarlos de manera separada, entendiéndose por ello que el manejo económico debe estar orientado a reducir o minimizar los conflictos sociales pero que también la política social como tal no debe entenderse como el grupo de medidas que “corrige el costo social” de la política económica. De tratarse ambas de forma separada ninguna obtendrá resultados que perduren en el tiempo, aunque tampoco había que perder de vista que el marco global presentaba una situación compleja por el deterioro que presentaban las instituciones que también era necesario que el nuevo gobierno tuviera que analizar.
Los programas sociales del Estado eran de dos tipos. (1) asistenciales y temporales con miras a reducir el impacto de los ajustes económicos en los sectores menos favorecidos y (2) de atención a los sectores más pobres para la atención de sus necesidades. Así pues eran programas de alivio de la pobreza orientados a invertir en recursos humanos con resultados a mediano y a largo plazo.
Dada la gravedad de la situación económica, el gobierno de Fujimori no tuvo más remedio que dar prioridad a los asuntos económicos; el programa de recuperación económica no iba articulado con un programa de compensación social. Esto, sin embargo, se consideró posteriormente con el Programa de Emergencia Social para aliviar los efectos del choque, aunque no tuvo los resultados previstos por los pocos recursos económicos que se le destinó en un principio.
Ya para 1991 se crea el Fondo Nacional de Compensación Social y Desarrollo Social (Foncodes) como banco de inversión social teniendo en cuenta que los ministerios por los pobres recursos con que contaban no estaban en capacidad de poner en ejecución programas de ayuda social.
Se reactivó el Ministerio de la Presidencia con mirar a acelerar la puesta en marcha de programas sociales. El Ministerio de Vivienda desapareció quedando un viceministerio de Vivienda dependiente del Ministerio de Transportes. El Fondo Nacional de Vivienda (Fonavi) y la Empresa Nacional de Edificaciones (Enace) pasaron a estar bajo el Ministerio de la Presidencia.
El gobierno prestó especial interés en construir escuelas trasladando también al Ministerio de la Presidencia la responsabilidad de dicha tarea que antes estuvo encomendada al Ministerio de Educación. Inclusive el gasto para obras públicas se centralizó también en el Ministerio de la Presidencia bajo la denominación Instituto Nacional de Desarrollo, al igual que el Programa Nacional de Asistencia Alimentaria (Pronaa) encargado de administrar los programas de distribución de alimentos. Cabe resaltar que ninguno de estos programas en teoría tenía carácter de permanente. Todo esto suponía un estrecho vínculo entre el Estado la sociedad civil, que se rompió con motivo del autogolpe que dio Fujimori en abril de 1992.
En 1993 representantes del Estado Peruano, viajan a Francia a la reunión del Club de París para mostrar a la comunidad internacional lo que se tenía sobre desarrollo social pero poniendo de manifiesto que el Ing. Fujimori se comprometía a incrementar el gasto social a través de La Estrategia Nacional de Alivio a la Pobreza. Esto incluía la aceptación por parte del Estado de su responsabilidad con relación a la nutrición básica, la salud y la educación de los más pobres del país.
En Noviembre de 1993 se presenta un documento llamado Lineamientos Básicos de la Política Social que tenía como base lo sustentado en el Club de Paris. De allí se delinearon dos planes de acción: (1) el Programa de focalización del gasto social básico (1993) y (2) el Programa de mejora del gasto social (1994). Se señalaba la metodología a emplearse en razón de que la ayuda a los más pobres no se trataba de un gasto sino de una inversión en recursos humanos, que por su propia naturaleza son de alta rentabilidad, por lo que el Estado se comprometía a proveer servicios básicos en salud, nutrición, educación, justicia y seguridad, focalizados y no de carácter universal, y en los que la cooperación de la población a recibir los beneficios sería tomada en cuenta.
Para la reelección del Presidente Fujimori en 1996 para un segundo período presidencial el gasto social que había sido de US$12 per capita en 1990 se elevó a US$124per capita al final de su mandato en 1995.
Con la reelección para un nuevo ejercicio presidencial ya para 1996 el gasto social se elevó a US$176 per capita lo que representó un 36% del presupuesto nacional. No se trató entonces solamente de aliviar la pobreza sino de rediseñar el mapa de necesidades a fin de poder focalizarlas. Había que gastar pero gastar mejor con el resultado que la pobreza disminuyó de 55% a 45% entre 1991 y 1995 y la pobreza extrema de 22% a 19% en dicho período. La mortalidad infantil se redujo de 62,000 a 48,000 en 1996 y también el porcentaje de hogares sin energía eléctrica disminuyó de 38% a 33% en el mismo período.
En el nuevo gobierno de Fujimori el Ministerio de la Presidencia presenta un nuevo documento en 1996 que definía la estrategia a seguir por el Gobierno con la intención de reducir la pobreza extrema en un 50%. Esto se haría a través de un Programa de mejora en el gasto social, que estuviera proyectado a satisfacer las necesidades básicas de los más pobres en la mejora de los servicios sociales. La meta era reducir los pobres extremos de 2.2 millones en el año 2000, y para tal fin se hizo un mapa de la pobreza distrital, también elaborado por el Ministerio de la Presidencia. Con ello se identifican los distritos más pobres y también su dimensión geográfica. De este mapa se determinó que 419 distritos que representaban el 23% de la totalidad de los distritos del país, merecían preferente atención social. Se procedió también a hacer mapeos interdistritales para identificar las zonas de mayor pobreza y se terminó con el mapeo de inversión social en el nivel distrital.
Los productos a entregarse serían centros educativos, materiales educativo, centros de salud, agua potable y desagüe e infraestructura económica como vías de acceso, irrigaciones y electrificación, inversión total que llegaba a los US$2,700 millones.
Análisis internacional.-
Alberto Fujimori en su primer gobierno (1990-1995) se dedicó a reinsertarnos en la comunidad financiera internacional. En cuanto a la relación con otros países en la via diplomática a falta de fondos para el sector defensa, se hicieron compras de armamentos con endeudamiento externo por 103 millones de dólares. En el segundo gobierno 1995-2000 Fujimori compra armas por 31 millones de dólares con deuda externa y un pago en efectivo de 1,000 millones de dólares entre 1996 y 1998. Esto después del conflicto con el Ecuador durante 1995-1996. El costo de la corrupción en la compra de armas fue mayor en el segundo período de Fujimori, alrededor del 30 al 40% del valor de compra de armamento contra el 5 al 10% de comisiones de otros gobiernos.
Durante los meses de enero y marzo de 1995, aunque no hubo una declaración formal de guerra, hubo un enfrentamiento bélico entre Perú y Ecuador en el lado Oriental de la Cordillera del Cóndor, sobre el río Cenepa. Todo ocurrió en un territorio sin demarcación por las características de selva alta con un acceso muy difícil. Finalmente intervinieron Argentina, Chile, Brasil y los EE.UU. (garantes del Protocolo de Paz, Amistad y Límites, firmado en Rio de Janeiro en 1942,) terminándose de demarcar la frontera entre los dos países en un tramo de 78 kms. dentro del marco legal del Tratado de Rio de Janeiro y con el fallo arbitral de Braz Días de Aguiar, aceptado por ambos países, dando por terminado el litigio fronterizo. Mediante este acuerdo el Perú entregaba a Ecuador en calidad de propiedad privada 1 kilómetro cuadrado en la zona de Tiwinza, sin perjuicio de la soberanía peruana. Asi también se firmaron acuerdos de comercio y navegación de integración fronteriza entre ambos países y se logró el cese de las hostilidades.
Sociedad Civil.-
En 1990 había ausencia del Estado entre los segmentos más pobres e incapacidad de las instituciones gubernamentales de proveer ayuda a los más vulnerables lo que, paradójicamente, hizo que la población civil se viera en la necesidad de impulsar diferentes iniciativas con nuevas formas de asociación civil con el fin de hacer frente a la crisis. La sociedad civil estaba sola y se dispuso a hacerle frente a la adversidad. Inclusive en las comunidades aisladas, en los pueblos jóvenes, en los barrios marginales; los ciudadanos se asociaron de forma espontánea como, por ejemplo, en los comités del vaso de leche, los clubes de madres, los comedores populares, las rondas campesinas y otras más, contando con la colaboración espontánea y libre de los desamparados, demostrando un potencial humano cuya importancia no había sido tomada en cuenta. Ya no eran simples receptores sino actores en la propuesta de recuperación. Se puso de manifiesto que esta forma asociativa siempre había existido en el Perú y que con la crisis venía a legitimarse como una nueva alternativa nacional. No fue respuesta a una acción del exterior ni a un proceso organizado sino que la respuesta civil se dio por simple estrategia de supervivencia. Representó la unidad de una conciencia cívica importante capaz de generar consenso que pudiera hacer posible un esfuerzo compartido entre el Estado y la sociedad civil.
En 1990 había ausencia del Estado entre los segmentos más pobres e incapacidad de las instituciones gubernamentales de proveer ayuda a los más vulnerables lo que, paradójicamente, hizo que la población civil se viera en la necesidad de impulsar diferentes iniciativas con nuevas formas de asociación civil con el fin de hacer frente a la crisis. La sociedad civil estaba sola y se dispuso a hacerle frente a la adversidad. Inclusive en las comunidades aisladas, en los pueblos jóvenes, en los barrios marginales; los ciudadanos se asociaron de forma espontánea como, por ejemplo, en los comités del vaso de leche, los clubes de madres, los comedores populares, las rondas campesinas y otras más, contando con la colaboración espontánea y libre de los desamparados, demostrando un potencial humano cuya importancia no había sido tomada en cuenta. Ya no eran simples receptores sino actores en la propuesta de recuperación. Se puso de manifiesto que esta forma asociativa siempre había existido en el Perú y que con la crisis venía a legitimarse como una nueva alternativa nacional. No fue respuesta a una acción del exterior ni a un proceso organizado sino que la respuesta civil se dio por simple estrategia de supervivencia. Representó la unidad de una conciencia cívica importante capaz de generar consenso que pudiera hacer posible un esfuerzo compartido entre el Estado y la sociedad civil.
Terrorismo y Sendero Luminoso
Sendero es la mayor insurrección en la historia del Perú. La multitud de tragedias repetitivas de horror y muerte que cayeron sobre pueblos y comarcas como advertencia de lo que se venía para el resto del país, no había sido política, militar ,ni cohesionadamente enfrentada por los anteriores gobiernos al de Alberto Fujimori. La guerra de Sendero Luminoso que se inició de forma temprana de manera engañosamente pequeña y primitiva tenía objetivos concretos políticos irrenunciables que de forma sistemática se sucedieron con una consistencia de metodología y disciplina como nunca antes se había visto en el Perú. El país se enfrentaba a un enemigo organizado cuyos actores, sus organizaciones e instituciones y la forma en que actuaban se desconocían. El inicio se da en 1982 en Ayacucho. Después de ese suceso se inicia el ingreso de las fuerzas armadas en la lucha contrainsurgente que llega hasta nuestros días. Nace como fundación organizada comunista, con tendencias prosoviética, prochina, maoísta, hasta que finalmente se cohesiona como Sendero Luminoso. Los miembros de esa agrupación, así llamados terroristas, desarrollaron el genocidio como método y como estrategia. Los gobiernos anteriores fueron incapaces de bloquear su accionar de terror que arrastraba a policias, militares, ronderos y a la población civil. Con Fujimori se ganó la confrontación militar cuando la cúpula senderista fue apresada. Actualmente purgan cadena perpetua el líder de esta agrupación terrorista Abimael Guzmán y largas condenas muchos de sus más cercanos colaboradores.
Sendero es la mayor insurrección en la historia del Perú. La multitud de tragedias repetitivas de horror y muerte que cayeron sobre pueblos y comarcas como advertencia de lo que se venía para el resto del país, no había sido política, militar ,ni cohesionadamente enfrentada por los anteriores gobiernos al de Alberto Fujimori. La guerra de Sendero Luminoso que se inició de forma temprana de manera engañosamente pequeña y primitiva tenía objetivos concretos políticos irrenunciables que de forma sistemática se sucedieron con una consistencia de metodología y disciplina como nunca antes se había visto en el Perú. El país se enfrentaba a un enemigo organizado cuyos actores, sus organizaciones e instituciones y la forma en que actuaban se desconocían. El inicio se da en 1982 en Ayacucho. Después de ese suceso se inicia el ingreso de las fuerzas armadas en la lucha contrainsurgente que llega hasta nuestros días. Nace como fundación organizada comunista, con tendencias prosoviética, prochina, maoísta, hasta que finalmente se cohesiona como Sendero Luminoso. Los miembros de esa agrupación, así llamados terroristas, desarrollaron el genocidio como método y como estrategia. Los gobiernos anteriores fueron incapaces de bloquear su accionar de terror que arrastraba a policias, militares, ronderos y a la población civil. Con Fujimori se ganó la confrontación militar cuando la cúpula senderista fue apresada. Actualmente purgan cadena perpetua el líder de esta agrupación terrorista Abimael Guzmán y largas condenas muchos de sus más cercanos colaboradores.
Término del período presidencial de Alberto Fujimori.-
Alberto Fujimori y su asesor principal Vladimiro Montesinos, excapitán, abogado, con proceso de delito de traición a la patria, relaciones con personajes del narcotráfico y con conexiones con la CIA y algunos políticos conocidos, conformaron una relación de necesidad mutua desde el inicio del mandato presidencial, al estar Fujimori en situación precaria por no tener al inicio una organización partidaria ni una sólida base social. Montesinos perfeccionó en beneficio propio el uso del poder de haber sido designado Asesor del Presidente de manera tal que se trasformó en la mano negra detrás de Fujimori, llegando a tener un poder casi absoluto.
En el uso de la guerra clandestina o de baja intensidad que se utilizó en el enfrentamiento contra Sendero Luminoso se ocultaron ejecuciones extrajudiciales y fosas clandestinas que la sociedad civil repudió. En 1993 una información de fuente militar y una investigación periodística sacó a la luz dos hechos. Una era la matanza de Barrios altos y el secuestro y la ejecución de estudiantes de la Universidad La Cantuta por un grupo de militares llamado Grupo Colina. Tanto el Presidente como el Asesor resolvieron el asunto con un proceso arreglado a un grupo de militares y una ley de amnistía que cerró toda opción de investigación. Este hecho originó que años después Alberto Fujimori fuera sometido a un juicio de extradición, traído al Perú desde Chile, juzgado y condenado por crímenes de lesa humanidad.
La prensa y medios televisivos contrarios a Fujimori y Montesinos divulgaron un video en donde se veía al Asesor comprando a un empresario de un canal de televisión con enormes fajos de dinero. Esto dio origen a un escándalo de enormes proporciones que obligó a la fuga del país del Asesor escapando de la responsabilidad de enfrentar la Justicia por hechos de corrupción, seguida poco después por la del Presidente de la República quien renuncia desde Japón a su investidura presidencial dejando vacante su cargo hecho que el Congreso soluciona nombrando un gobierno de transición y convocando a nuevas elecciones presidenciales.
Montesinos es traído desde Venezuela y juzgado por numerosos delitos que van desde apropiación ilícita que algunos contabilizan en mil millones de dólares, corrupción, compra de influencias, secuestros, desapariciones, ejecuciones extrajudiciales, etc. etc. encontrándose actualmente recluido en una prisión de alta seguridad en la Base Naval del Perú.
El ex presidente Fujimori es extraditado de Chile y sometido a juicio con condena por violación de los derechos humanos y condenado a 20 años de prisión encontrándose actualmente en situación privativa de su libertad en una cárcel peruana.
Alberto Fujimori y su asesor principal Vladimiro Montesinos, excapitán, abogado, con proceso de delito de traición a la patria, relaciones con personajes del narcotráfico y con conexiones con la CIA y algunos políticos conocidos, conformaron una relación de necesidad mutua desde el inicio del mandato presidencial, al estar Fujimori en situación precaria por no tener al inicio una organización partidaria ni una sólida base social. Montesinos perfeccionó en beneficio propio el uso del poder de haber sido designado Asesor del Presidente de manera tal que se trasformó en la mano negra detrás de Fujimori, llegando a tener un poder casi absoluto.
En el uso de la guerra clandestina o de baja intensidad que se utilizó en el enfrentamiento contra Sendero Luminoso se ocultaron ejecuciones extrajudiciales y fosas clandestinas que la sociedad civil repudió. En 1993 una información de fuente militar y una investigación periodística sacó a la luz dos hechos. Una era la matanza de Barrios altos y el secuestro y la ejecución de estudiantes de la Universidad La Cantuta por un grupo de militares llamado Grupo Colina. Tanto el Presidente como el Asesor resolvieron el asunto con un proceso arreglado a un grupo de militares y una ley de amnistía que cerró toda opción de investigación. Este hecho originó que años después Alberto Fujimori fuera sometido a un juicio de extradición, traído al Perú desde Chile, juzgado y condenado por crímenes de lesa humanidad.
La prensa y medios televisivos contrarios a Fujimori y Montesinos divulgaron un video en donde se veía al Asesor comprando a un empresario de un canal de televisión con enormes fajos de dinero. Esto dio origen a un escándalo de enormes proporciones que obligó a la fuga del país del Asesor escapando de la responsabilidad de enfrentar la Justicia por hechos de corrupción, seguida poco después por la del Presidente de la República quien renuncia desde Japón a su investidura presidencial dejando vacante su cargo hecho que el Congreso soluciona nombrando un gobierno de transición y convocando a nuevas elecciones presidenciales.
Montesinos es traído desde Venezuela y juzgado por numerosos delitos que van desde apropiación ilícita que algunos contabilizan en mil millones de dólares, corrupción, compra de influencias, secuestros, desapariciones, ejecuciones extrajudiciales, etc. etc. encontrándose actualmente recluido en una prisión de alta seguridad en la Base Naval del Perú.
El ex presidente Fujimori es extraditado de Chile y sometido a juicio con condena por violación de los derechos humanos y condenado a 20 años de prisión encontrándose actualmente en situación privativa de su libertad en una cárcel peruana.